Cualquier persona, por ignorante que sea, está convencida de poseer al menos una de las llaves del cofre de la sabiduría... y quizá esté en lo cierto.
El derecho, esa creación abstracta de la civilización, de nada serviría si no estuviera soportado, al final de un camino todo lo largo que se quiera, por la fuerza.
Pagar por los errores propios es duro, pero pagar por los de los demás es necio.
Sospechoso es que la inteligencia humana deba asertarse despreciando la del ordenador.
Los hábitos intemperantes o desordenados del genio no hacen al genio.
Perdonar a quien no nos pide perdón puede ser hasta una impertinencia.
Puede soportarse la cobardía como un mal de nuestro tiempo, siempre que ésta no alardee.
No puedo creer en Dios, pero sí en los curas.
Los sentimientos en torno al arte son una forma más elaborada de religión. Están destinados a ser la víctima de los embates racionalistas futuros.
El sentido moral es a la acción lo que el dinero a los objetos materiales: su medida universal.